En
las grandes "empresas agrarias" se esclavizaba a la peonada criolla y
originaria, con el método de la "deuda del almacén". El peón tomaba
lo que necesitaba del almacén a precios altísimos y se lo "anotaban en
la libreta", cuando le tenían que pagar el sueldo le restaban su deuda, y
era tal la miseria que cobraba que se tenía que quedar a trabajar
porque ahí le seguían "dando crédito". Incluso en la mayoría de los
casos luego de trabajar jornadas de 18 horas él, su esposa
y sus hijos, eran más pobres que cuando habían entrado.
Es necesario estudiar este esquema porque nuestro país se convirtió en esa gran estancia, venimos trabajando hace 206 años y nunca terminamos de pagar la deuda externa y siempre estamos más pobres.
Las estafas NO
Habrá que cuestionar también a los cómplices
necesarios, porque acá pagan esa deuda todos nuestros gobernantes, todos
cobran una cometa como almaceneros cómplices. Se tiene que acabar.
Basta. Que sea la última vez. Tendríamos que advertirles. Tendríamos que
aceptar nuestra impotencia, nuestro desinterés, pero advertirles,
decirles, hacerles leer: "QUE SEA LA ULTIMA VEZ"... porque ya nos dimos
cuenta. Las deudas se pagan, pero las estafas NO.
Para los que quieran profundizar sobre las estafas pueden consultar Azúcar y Carne de Nicolás Repetto, donde describe todas las estafas contra los trabajadores de estos sectores y en definitiva, a Argentina.
Es necesario estudiar este esquema porque nuestro país se convirtió en esa gran estancia, venimos trabajando hace 206 años y nunca terminamos de pagar la deuda externa y siempre estamos más pobres.
Las deudas se pagan
Será necesario estudiar como todo este esquema básico y simple, es hoy escondido por ciencias complejas, discursos técnicos incomprensibles y engañosos. Es necesario porque en algún momento tendrá que terminar el esquema de deuda al almacén. Porque para seguir trabajando nos sobran motivos, nuestras familias nuestro país, nuestros proyectos, pero por todos ellos hay que de una vez por todas denunciar a este mecanismo nefasto, que aparece como deuda pero en realidad es una burda estafa.
Las estafas NO
Habrá que cuestionar también a los cómplices
necesarios, porque acá pagan esa deuda todos nuestros gobernantes, todos
cobran una cometa como almaceneros cómplices. Se tiene que acabar.
Basta. Que sea la última vez. Tendríamos que advertirles. Tendríamos que
aceptar nuestra impotencia, nuestro desinterés, pero advertirles,
decirles, hacerles leer: "QUE SEA LA ULTIMA VEZ"... porque ya nos dimos
cuenta. Las deudas se pagan, pero las estafas NO.Para los que quieran profundizar sobre las estafas pueden consultar Azúcar y Carne de Nicolás Repetto, donde describe todas las estafas contra los trabajadores de estos sectores y en definitiva, a Argentina.

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